"Siembra un pensamiento, cosecha una acción;
siembra una acción, cosecha una reacción;
siembra una reacción, cosecha un hábito;
siembra un hábito, cosecha una característica;
siembra una característica, cosecha un destino.


Concepto Hindú.

sábado, 30 de julio de 2011

Regalito Nº 17: Aprendiendo y Descubriendo. Escrito por mi.


Hasta el día de hoy aprendí y descubrí varias cuestiones, quizás “existenciales” de las cuales me gustaría compartir:

Aprendí que el EGO en el ser humano es destructivo. En un abrir y cerrar de ojos podemos destruir pilares fundamentales de nuestra vida (como por ejemplo herir a las personas que más amas), solo por hacer lo que “Yo” quiero, cuando “Yo” quiero y porque “Yo” quiero.
Descubrí que todos tienen esa lucha con su propio Ego. Algunos ni se gastan en luchar, otros se debaten día a día, y otros… los que pudieron deshacerse de él, están considerados Maestros Universales. Seres como Jesús o Buda. Pero como sabrán, estos son pocos, una minoría.
Aprendí que el rencor, la bronca o el resentimiento hacia los demás, o hacia personas que me han lastimado no me aportan nada bueno a mi vida, y acumular muchos malos pensamientos y/o sentimientos afectan a mi integridad física.
Descubrí que la aceptación de los sucesos de la vida y el perdón pueden liberarte y hacerte vivir plenamente.
Aprendí que existe el Karma, que cada uno carga su propia cruz y que lo que uno da, vuelve. Depende de vos ponerlo en práctica para el bien o para el mal.
Descubrí que el Dolor ciega a las personas y solo les permite ver más dolor. Y que ese dolor alimenta el rencor y nos aleja del perdón.
Aprendí que el “decir” no es lo mismo que el “pensar”, muy distinto al “sentir” y alejado del “hacer”.
Descubrí que el silencio es el lenguaje del alma.
Aprendí que el: “te lo digo, pero no se lo cuentes a nadie…” es igualito al cuento de la buena pipa. Es decir, es un cuento de nunca acabar.
Descubrí que ni un mar de lágrimas puede ablandar una roca.
Aprendí que los Amigos son contados con los dedos.
Descubrí que el mundo esta lleno de historias.
Aprendí que muchas veces “Más” es “Menos”.
Descubrí que hay algo planeado para cada persona del mundo, que Dios tiene un motivo para todo… Pero que si no estamos atentos, esos planes pueden cambiar.
Aprendí que muchas veces “Menos” es “Más”.
Descubrí que puedo encontrar a Dios en las cosas simples.
Aprendí que el cuerpo es un instrumento divino, pero que el tiempo lo termina destruyendo como a todo. Y lo que realmente importa es el alma, lo que realmente brilla, el verdadero “SER”.
Descubrí que todos somos seres únicos e importantísimos en esta magnifica existencia, y que por mas que seamos como una gota en el mar, el mar no seria lo mismo sin esa gota.
Aprendí que debo tomarme mi tiempo para conectarme con el Universo.
Descubrí que atraigo todo lo que pienso.
Aprendí que “Querer” es “Poder”.
Descubrí que los que te aman no te juzgan jamás por tus errores y defectos, pero te los marcan con la intención de que puedas ser mejor persona.
Aprendí que “lo que te molesta de mi, es el propio reflejo de lo que eres tu.”
Descubrí que un abrazo reconforta el corazón.
Aprendí a no buscar explicaciones de las cosas que pasan y no comprendo.
Descubrí que todo tiene una razón de ser.
Aprendí que las mentiras tienen patas cortas.
Descubrí que es más lindo estar tranquilo por decir la verdad.
Aprendí que la muerte es un proceso indispensable de la vida.
Descubrí que la vida es para vivirla “Aquí y Ahora”, no en unos días, la semana que viene, el año entrante…
Aprendí que la familia es un tesoro muy valioso que hay que cuidar.
Descubrí que para alguien mi sonrisa tiene sonido propio.
Aprendí que pedir perdón y arrepentirse por los errores del pasado son el primer paso a un mundo nuevo.
Descubrí que perdonar y perdonarse a uno mismo pueden ser los primeros peldaños hacia la paz interior.
Aprendí que a pesar de perder mucha gente en el camino por mis equivocaciones, gane muchas otras que supieron entenderme y valorar lo que Yo Soy Hoy.
Descubrí que pensar en alguien a quien amamos, verlos sonreír y compartir juntos un momento, puede ser como tocar el cielo con las manos. Es como la caricia del sol en la cara un día de invierno. Es como reírte hasta que te duela la panza. Es como comer chocolate mirando una película.
Aprendí que descubrí muchas cosas, pero que todavía queda un largo camino por andar.
Y Descubrí que todavía me queda mucho por aprender.

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