- Es una cosa demasiado olvidada - Dijo el Zorro - Significa "crear lazos".
-¿Crear lazos?
- Sí - Dijo el Zorro. - Para mi no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mi único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
- Empiezo a comprender - Dijo el Principito.
Así el Principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah! - Dijo el Zorro - Voy a llorar.
- Tuya es la culpa - Dijo el Principito - No deseaba hacerte mal, pero quisiste que te domesticara...
- Sí - Dijo el Zorro
- Entonces no ganas nada.
- Gano - Dijo el Zorro - Por el color del trigo.
Luego agregó: - Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adiós y te regalare un secreto.
[...] Y el Principito volvió hacia el zorro:
- Adiós - Dijo.
- Adiós - Dijo el Zorro - He aquí mi secreto. Es muy simple:
"No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos"
-Lo esencial es invisible a los ojos - Repitió el Principito, a fin de acordarse.
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